1. Remoje la piedra pómez y la piel en un baño tibio (o baño de pies) durante 5 a 10 minutos para suavizar la piel (nunca use una piedra pómez seca sobre la piel).
2. Utilice un cepillo para frotar las uñas de las manos y los pies.
3. Frote la piedra pómez sobre la piel con un movimiento circular con una ligera presión.
4. Si la piel comienza a sentirse sensible o dolorida, deténgase inmediatamente. (Esto puede ser el resultado de usar demasiada presión).
5. Después de un par de minutos de frotar ligeramente, enjuague la piel. Si aún ves parches de piel muerta, repite este proceso.
6. Seque suavemente y aplique una crema hidratante o aceite a la piel para mantener la humedad y mantener la piel suave.
7. Repita según sea necesario para mantener la piel suave y flexible.